Si la justicia no viene a nosotros, nosotros haremos justicia.

Historia: Lilyane Isabella nació un gélido invierno tomando prestada su apariencia física. Practicamente albina, de piel marmórea y ojos de hielo. Un semblante elegante llegó a la familia Träff, patriarcada por el inspector de policía Markus Träff conocido y respetado en toda la ciudad e hija de Aina Träff, mujer respetada y exuberante donde las hubiera. Ambos de ascendencia alemana y nacionalidad inglesa, ya habían tenido una primera hija, llamada Camilla y coronada con el segundo nombre de su madre, Aina. Criadas juntas ambas eran una ampliación de la otra, una parte indispensable y un complemento perfecto. Nunca se separaban y siempre fueron las mejores amigas, hasta la adolescencia. Envidiadas o anheladas por el resto del mundo en su belleza, modales y poderes ya que con un pestañeo conseguían todo de todos.
Pero una mañana, todo cambió. Era invierno, faltaba poco para el cumpleaños de Lily, sus tiernos 17 inviernos. Buscaron a mamá. Pero no estaba. Todas sus pertenencias, sus fotos, e incluso su olor se habían quedado impregnado el hogar. Pero ella no estaba.
Pocos días después de su amargo cumpleaños identificaron a su madre en el periódico, una de las mayores activistas de una banda callejera. Esas a las que su padre solía aporrear. Descubrió también que su madre, movida por sus instintos anarquistas, y su apoyo al cambio no pudo soportar más las disputas con su marido y huyó dejando a sus hijas a buen recaudo para aliarse con la banda Slaughter Gurlz.
Una noche se encontraron, hubo un tiroteo y corrió la sangre. La decadencia en Londres aquella noche fue más palpable. Murió un hombre joven y destacado, su padre. Una mujer anónima a la que nadie tenía en cuenta… su madre. Y eso llenó de ira a Lily. No quiso volver a saber nada, nadie se puso en contacto con ella y decidió borrar su pasado y todo lo que la unía a él.

Fue entonces cuando Lily tomó la decisión. Camilla siempre había sido la niña de papá, Lily la de mamá. Fue el renacimiento. En realidad, el nacimiento de Lilyane Isabella Grebe. Adoptó el apellido de su madre y se unió a su banda, donde fue bien recibida. La más joven de todas hasta ese momento se crió y aprendió el arte de la calle. El robo y la corrupción.
Así, se especializó en el fraude y el carterismo haciendose pasar por prostituta para desplumar tanto a sus “clientes” como sus respectivas casas. Un encanto, le encanta jugar con todo el mundo a su antojo pero odia que jueguen con ella.

Enfermedad&Delitos:
Adora el olor a gasoil y el chisporroteo del fuego. El humo y el olor a quemado... ¿Piromanía? Un poco. El fuego la hace sentir... eufórica. Con ganas de cantar, saltar y bailar...
Robo de viviendas, vehículos y comercios. Carterismo.
Varias denuncias por peleas, amenazas y agresiones.
Consumo de drogas ilegales.


Gustos:
El rock&roll y el blues
La velocidad y el tunning.
Las motos.
Las gominolas de limón y el regaliz de fresa, desde pequeña no ha podido dejarlos.
Los tatuajes.
La nieve.
Adora los animales y los niños, aunque tiene claro que nunca será madre.

Odios:
Los zapatos sin tacón
Las pipas con sal.
Los maltratadores de animales.
Ver a los niños abandonados.
El olor a café, le recuerda demasiado a su padre.
Odia el visitar lugares donde jugó de pequeña y verlos destruidos… Odia a la policía.

Manías&Fobias:
Cambia su pelo cada poco tiempo cortándolo, rizándolo, alisándolo, tiñéndolo, etc…
Desde pequeña Lily tuvo miedo al agua. Hidrofobia, se llama. Odia estar sumergida de cuerpo entero en cualquier sitio con gente, ya que ella sabe nadar, lo que teme es que otros se lo impidan.