Fría mañana {Neysa}

Alex abrió los ojos con cierta pereza y a la vez cansancio . No recordaba nada de la noche pasada. Había sido un Sabado loco, como todos los fines de semana. Eso significaba que era Domingo, al menos no había perdido noción del tiempo pero si había perdido la cuenta de anoche y también el saber donde se encontraba. Tal vez por el efecto de las drogas y el alcohol que aun yacía en el . Levantó con ligereza y suavidad la cabeza de la almohada ,mirando con antención la habitación. Era rosa, un color que siempre había detestado. Tal vez porque era un color que reflejaba cursiadas, típico de familias adineradas. Por los adornos y los muebles , Alex se dió cuenta de que se había acostado con una mujer adinerada. Sonrío levemente y con suavidad miró hacía átras . Sus ojos de un color miel encontraron un cuerpo dormido, el cuerpo de una morena , de aparencia frágil y dulce. El sabía muy bien que tan solo era un máscara suya,una faceta que demonstraba otra cosa. Era una salvaje y el lo había sentido muy bien aquella noche.
- Joder.. - murmuro el entre dientes apartando el brazo de ella que estaba abrazando el abdómen desnudo del líder. Se levantó de la cama con la intención de darse un buen baño y luego marcharse .

Dirigio sus pies con sigilo, para no despertarla. Al llegar en el baño cerró la puerta y se adentro en la bañera. Al sentir el agua caer sobre su cuerpo desnudo , cerro los ojos sonriendo de placer. Busco con los ojos algo para enjabonarse y..sorpresa. Había un gel de ducha para hombres. O bien ella compraba para los hombres que pasaban por su cama o bien estaba casada. Una de dos. Cuando acabó , coloco una toalla alrededor de la cintura y al abrir la puerta del baño vio como ella sonreía desnuda, con cierta picardía reflejada en su sonrisa y sus ojos. El, la tomo de la cintura bien formada , acercándola con suavidad y besándo sus labios de una manera dulce y apasionada. Se separó de ella como si nada y comenzo a vestirse escuchando su voz ,pidiendole quedarse ya que su marido no estaba . Alex sonrío de una manera irónica - No me has dicho que estás casada.. - comento el sin contestar a su pregunta. Obviamente no iba a quedarse. Ella le había mentido, algo que el detestaba.

La joven arqueó una ceja preguntando si le importaba y el, encongiendose de hombros y negando con la cabeza contesto - Sinceramente, no. Pero me has mentido.. - su voz era ronca pero a la vez aterciopelada. Al acabar de vestirse. Se acerco a ella, besándo su frente y guiñándo el ojo . Sin más palabras salió de la habitación en silencio. Asi era nuestro Alex, prefería el silencio. Salir dejando aquel aroma suyo empregnado en las mujeres , un aroma misterioso. Al llegar a la calle comenzó a camniar hacía London Park. Hacía frío , el viento parecía golpear al líder solo para despertarle de aquella noche tan complicada. Se mordió el labio inferior mirándo hacía todos los lados. Sus ojos encontraron a una persona. Una persona que el conocía muy bien. Se detuvo mirándola sentada en un banco. Alex suspiro y volvió a caminar , ahora, hacía donde ella estaba. Al encontrarse detrás de ella , sonrió pasando su manos sobre los hombros - No creía encontrarte por aquí.. - comento pasando por el banco hasta sentarse el lado de ella, mirándo hacía la nada.

Domingo. Era un triste, frío y nublado domingo, como muchos otros, nada cambiaba, y ella, allí estaba, no había ido a dormir a casa, más bien había pasado la noche fuera de casa, de fiesta, hasta las cejas de alcohol y hasta el culo de drogas, sin saber ni como había llegado al parque, allí se posaba, sentada sobre un banco. Su aspecto daba a entender que había sido algo más que una noche cualquiera, recordaba vagamente algún tío, probablemente se habría follado a alguien, pero eso daba igual, ella no lo recordaba y lo pasado, pasado era, no tenía más importancia aquel asunto. Sus labios estaban sellados, ni siquiera tarareaba alguna canción, tenía la vista perdida en algún punto inexistente del suelo, necesitaba descansar pero no se molestaría en levantarse e ir a casa a dormir, lo más probable era que esperase allí sentada hasta que le diera por ir al garito, a ver si alguien había aparecido por esos lares. Su pelo estaba recogido en una coleta alta, varios mechones caían libres jugando con su rostro al mismo tiempo que la suave brisa los movía, provocando un pequeño cosquilleo en su piel. Aquellas medias de rejas estaban rotas por las rodillas y seguramente por más lados, su cazadora negra parecía intacta aunque aquellas botas militares tenían barro por todos lados. Sus ojos azules profundos seguían rodeados por aquella capa de pintura negra, algo corrida por el tiempo y por los frotamientos de ojos, su aspecto era el mismo que al despertarse un domingo por la mañana en su cama, solo que, no había dormido y no estaba en su cama.

No podía recordar con gratitud toda la noche, solo recordaba el principio, había salido con los suyos pero al parecer, como cada noche, cada uno había tirado por su lado, pensaba acercarse a Alexander, pero éste ya parecía ocupado convenciendo a alguna jovencita que no parecía ir mal de dinero, su ropa lo decía todo. Decidida a hacerse la noche comenzó a beber de aquella botella que había logrado entrar consigo, la gente la invitaba a porros, claro, gente que más o menos conocía y a partir de un rato bailando en la pista todo se vuelve más borroso, miles de lagunas sacuden su mente, no lograba recordar mucho, algo normal en ella tras una buena noche de fiesta en Londres. Sacudió la cabeza mientras se abrazaba a si misma, el viento se notaba, sería temprano, pues podía observar como algunos pobres barrenderos se limitaban a pasar el cepillo por las aceras, ella lo observaba todo con curiosidad desde aquel banco del parque. Cerró los ojos por unos segundos, medio sonriendo de lado, dejándose llevar por sus emociones hasta que notó como alguien tocaba sus hombros, no sabía de quien se podía tratar, pero hizo que abriera nuevamente sus ojos de manera algo sorprendida.

- Joder, idiota. – Musitó mirándole.

Suspiró y le observó hasta que se sentó a su lado, no tardó ni dos segundos en pegarse a él, tenía frío pero su cuerpo parecía no querer reaccionar a ir a casa y meterse en la cama. Pasó sus brazos por el marcado pecho de él, abrazándole sin vergüenza alguna. Le dio un beso en la mejilla como saludo, era él, Alexander, su líder, una de las pocas personas en las que se permitía el lujo de confiar, en todos los aspectos. Más de una noche habían acabado en cualquier lado, haciéndolo de cierta manera salvaje, como a ella le gustaba. - ¿Qué tal tú noche? – Preguntó, prefería ignorar que ella tenía pensado pasarla con él, al fin y al cabo, parecía que ambos habían pillado cacho y lo habían pasado genial. Su voz sonó ronca, fruto del cansancio, ahora que había encontrado compañía, no pensaba moverse, al menos que fuera para ir un rato al garito, donde por lo menos el calor la haría entrar en un sueño profundo, consiguiendo que se quedase dormida.

Alex ignoro aquel "insulto" que apenas lo había escuchado. Aun así sonrío de una manera seductora mirándo a la sub líder un poco cansada. Seguramente no había dormido en ningúna parte. A lo mejor, tan solo se había ocupado de sus seductores juegos. Alex en aquel instante sintió celos. No entendía el porque, el no sentía nada por ella. ¿No?. Entonces..¿por qué demonios tenía celos? . Tenía frío y no le extrañaba, ya que ella tan solo vestía un vestido ajustado a su cuerpo poniendo el ácento en aquellas curvas acariciadas de Alex cada vez que lo había deseado, enseñando el comienzo de sus perfectos pechos ,tan solo besados perfectamente por Alex. Ella llevaba una chaqueta encima, pero no le servía mucho. Al sentir que ella se acercaba a el, aparto la mano para abrazar a Neysa hacía su pecho, transimitiendole el calor necesario. Aunque con eso no bastaba. Se relamió los labios sintiendo aquellos labios que tanto había besado y que núnca se había aburrido de ellos. Ahora, más que nunca, los necesitaba. Al menos rozar. Aun así no obtuvo una reacción por parte de el cuando ella rozó la mejilla de el con sus labios. Tan solo curvo la comisura de sus labios, formando una sonrisa de medio lado un tanto arrogante.

Las noches para ellos erán cómo un día normal. Parecían manifestarse como unos vampiros. Vivían de noche más que nunca y los días los pasaban en casa, vagando o simplemente creando planes para la mejora de la banda. Sin embargo los Sabados, solían encontrar a personas diferentes con quién pasarse las noches y ambos, habían pillado la pareja por aquella noche. No recordaba perfectamente si ella había encontrado un chico cómo merecía, sabía muy bien que no cualquiera la poseía y por eso suponía que el chico, había sido uno bastante bueno para ella. Al escuchar su pregunta, la abrazo aun más bajando los ojos hacía ella y mirándola con seriedad - Cómo todas.. - contesto sin especificar como, mal o bien. Así era el. No solía dar una respuesta concreta y prefería ser aquel personaje misterioso , dejando un dilema por descubrir. Seguramente ella había tenido una noche mejor o un amanecer mucho más bueno que el suyo. "Casada" pensaba el con las cejas fruncidas " Zorra.." volvió a pensar mordiendose el labio inferior con nerviosismo. Estaba molesto, la chica era guapa y su dinero le iba a servir más tarde al joven. Tan solo había sido un polvo. Nada más.

Con la otra mano libre ,acaricio la mejilla de la sub líder , hasta llevar a la barbilla levantándola con suavidad y mirándo a los ojos. Aquellos ojos claros que solían mirarle con picardía cada hora del día - ¿Y tú? - pregunto sonriendo de medio lado con aquella mirada tranquila posada en sus ojos. Cuando escucho la respuesta de ella, sin poder evitar rozó sus labios con los de ella. Uniendólos suavemente y besándola con suavidad . "Al fin..." penso moviendo sus labios sobre los de ella con lentitud. Toda una noche había esperado hacer eso. No querría admitirlo pero se estaba volviendo adicto a ellos, a ella. Su lengua jugaba en la boca de ella, explorando cada rincón de su boca. Olía a alcohol, ambos, no solo ella . Y sinceramente, amaba su olor empregnado al alcohol y a tabáco. Se separó apoyando su frente en la de ella sin decir nada. Para ellos, la comunicación corporal era todo.

Su cabeza seguía apoyada en el marcado pecho de él, no tenía intenciones de moverla, estaba bien cómoda allí, entre sus brazos, que, ciertamente, la protegían algo más del frío mañanero que por allí corría a esas tempranas horas. No se molestó en mirarle o hacer algún gesto cuando escuchó su respuesta, sabía lo que podía llegar a significar un “como todas”, él siempre pillaba alguien con quien compartir la noche, y si no era cualquier zorra suelta, era ella. Él disfrutaba de algo que nadie había disfrutado, se la follaba cuando quería, la besaba e incluso la hacía suya con más frecuencia de lo normal, pero eso a ella no le importaba, entre sus brazos se sentía segura, era su líder, ¿qué puedes esperar? El sentimiento de atracción sexual existía en ambos y no se podía remediar, pero si algo sabía Neysa, era que el día que algún otro miembro la tocase sexualmente, Alex no se haría responsable de sus actos, cuando ambos follaban los gestos de por si solos se atrevían a hablar, creando sentimientos que deberían de estar enterrados.

- Mi noche… borrosa. -.

Sus palabras se perdieron en el aire cuando fijó sus ojos en los de él, sabiendo lo que iba a venir en breve, era raro que ella no lo hubiera besado antes, pero no tenía muchas ganas, a saber que subnormal se la había tirado esa noche. Rozó sus labios, convirtiendo aquella acción en un pequeño juego sensual hasta que por fin ambas bocas se decidieron a unirse, en un beso más lento de lo habitual, incluso, con ternura. Lentamente su lengua saludaba a la de él, jugando traviesas. Una de sus manos se posó sobre su mejilla y la acarició lentamente, no se movió cuando ambas frentes quedaron juntas, su suave aliento con algo de olor a alcohol todavía se mezclaba con el de ella por la cercanía, se atrevió a robarle un beso de sus labios, divertida. Su mano todavía se posaba sobre la mejilla de él, cualquiera que los viera pensaría que eran pareja, pero nada más lejos de la realidad, solo existía atracción sexual, ¿verdad? Volvió a cerrar los ojos por unos segundos, estaba medio ausente, cansada, pero prefería no hablar del tema, quería marcharse a un lugar más caliente pero ni ganas de moverse, seguramente Alex iba a casa y ella había desviado su trayectoria.

Finalmente, ella decide romper la calma del momento. Se separa un poco pero sin apartar sus ojos azules de los de él. - ¿Has pillado dinero? – Pregunta, la tía con la que se debió de acostar parecía tener dinero, y eso a ellos les venía muy bien en esos momentos, si no había mangado un fajo es que no era lo suficientemente inteligente o que realmente fue un buen polvo, ella prefería pensar la primera opción. Pasó sus dedos suavemente por su rostro, jugando, haciéndole caricias, manías de ella. Le gustaba pasar el rato con él, parecía encontrar el cariño que le faltaba, eso sí, cuando estaba cabreado prefería ignorarle o ambos acabarían tirándose los trastos a la cabeza, más de una vez les había pasado, lo peor era que discutían por tonterías, pequeños detalles sin importancia pero que lograban crear grandes conflictos. Una fuerte brisa de viento hizo que Neysa cambiase la expresión, se estaba congelando, sus defensas estarían más que bajas, apretó la mandíbula. Pero a pesar de tener frío, no abrió la boca, no quería moverse y menos aún dejar a Alex allí, hacían varios días que no pasaban un rato juntos.