Bridget J. Francis Miembro; SG
Mensajes : 19 Puntos : 28 Localización : Oculta entre las sombras de la desgracia.
| Tema: Tras la cristalera (Grecia) Sáb Sep 18 2010, 14:34 | |
| Descansaba yo recostada contra el sofá acolchado de ese McDonald's. Mis brazos estaban sobre la mesa de madera con aglomerado rojo, repleta de manchas, con una mandeja de plástico marrón que simulaba ser madera, con un papel repleto de ofertas de ese restaurante y un refresco grande sujetado con mi mano derecha. También había un papelito doblado y lleno de manchas de aceite con un par de trozos de pepinillo y que antes había guardado una hamburguesa con queso. Meneaba dulcemente el refresco, mirando através de la cristalera, viendo como taxis y coches iban arriba y abajo. Estaba cerca de la esquina, por lo que podía ver todos los coches que se acercaban y subían la calle. Mi mirada estaba algo perdida, y no sabía qué hacer en ese preciso instante. Llevaba casi una hora en ese local, y notaba las miradas odiosas de la gente a mi espalda. Gente que deseaba sentarse, puesto que estaba lleno, gente que tal vez deseaba hablar conmigo. Eso de las relaciones sociables era algo que debía practicar más a menudo. Suspiré y cerré los ojos un instante hasta que unos faros de coche me alumbraron al otro lado de la cristalera. Un ford mustang, de chapa gris con rayas rojas a los costados. Era bonito. Sonreí de lado, pensando que ya faltaba menos para conseguir un coche. Me estaba intentando sacar el carné de conducir, pero era difícil. El dinero no era problema, pero a mí estudiar siempre se me dió algo mal. Casi nunca asimilaba los conocimientos, y por eso normalmente suspendía los exámenes. Por eso, el examen teórico de conducir se me había resistido. Pero cada vez se me daba mejor y, o por puro aburrimiento, o por conocer del todo las preguntas, cada vez se me daba un poco mejor. Suspiré de nuevo. Esa noche era algo aburrida. Me apetecía hablar con alguien, pero en esa ciudad nadie hablaba conmigo. Metí la mano en uno de los bolsillos de mi tejano, palpé mi móvil y lo saqué. Abrí la agenta, empecé a rebuscar entre mis escasos contactos y encontré el nombre de Grecia. Sonreí y me mordí el labio inferior. Sopesé la idea de llamarla, pero finalmente la mandé un mensaje. "Grecia, estoy en el McDonald's éste que hace esquina. En Bethnal. Si te quieres venir..." Dejé esos puntos suspensivos y le di a enviar. Se envió y volví a guardarlo en mi bolsillo. Sorbí un poco de mi refresco, un sprite, pues la coca-cola jamás me convenció del todo, y jugueteé con mi pelo mientras miraba la calle, esperando tal vez ver aparecer las piernas de Grecia acercándose a la entrada del restaurante. | |
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