Georgina L. Madness

Georgina es una chica de estatura mediana, a pesar de que por lo general suele ser un pelín más alta que el resto de chicas de su edad (siempre ha sido así), pero no mucho.De complexión fuerte, se puede decir que su simple presencia puede llegar a intimidar.l Aún así, eso no significa que no tenga buen cuerpo, ya que posee pecho y culo bastante bonitos y bien formados, así como sus prominentes curvas. No se puede decir que sus rasgos sean vuolentos, sin embargo, ella ayuda a este efecto con el maquillaje tan llamativo que utiliza casi todos los días (por no decir todos), ya que suele llevar los labios pintados de color rojo fuego y el contorno de los ojos lo lleva negro o rojo. Sus ojos son de color azul claro, con algunas motas grises, y posee unas pestañas espesas. No se puede definir como es su estilo de peinado en realidad, ya que cada día te puede salir con algo diferente. Igual lo lleva suelto, que se ha hecho una cresta, o cortes imposibles y desigualados. La mayor parte del tiempo es negro, aunque, a veces, lo cambia de color. No se puede negar que Georgina sea una persona original.

Si hay algo que indudablemente NO explicaría de la personalidad de Georgina es la simpleza, o bien la sencillez. Acostumbrada a los cambios bruscos, ha sabido adoptar a lo largo de los tiempos una postura para cada situación, dándo así una muestra de que es toda una polifacética. Eso sí, por mucho que sepa adapatarse a un entorno o situación determinadas, no significa que no lo haga a su manera, por lo que hay ciertos puntos de su carácter que no la abandonan ni cuando está durmiendo.
+ Orgullo. Va con ella a todas partes y no la abandona jamás de los jamases. Si Georgina ve alguna cosa de color negro, para ella será siempre así, negro, y punto. Puedes llegar a desquiciarte intentando hacerla cambiar de opinión, no lo conseguirás.
+ Tranquilidad. A ella, no se le va ‘’cooon priiiisaaaas’’. Es una persona de lo más tranquila y, si no es necesario mover ni un solo dedo, no lo hará. Esto no significa que sea vaga, si no que ve innecesarios algunos tipos de movimientos, ella prefiere sentarse y esperar, o simplemente quedarse de pie, quieta, apoyada a la pared. Cuando se encuentra quieta se relaja, y eso le permite pensar con claridad y procesar todo lo que ocurre a su alrededor.
+ Escepticismo. Si no es fácil hacer que cambie de opinión, menos fácil es conseguir que crea algo de buenas a primeras. Es una persona que más que las palabras se basa en los hechos y suele mostrarse la mayoría de veces incrédula.
+ Ironía. Se podría decir que esta es una de sus palabras favoritas. Todo, absolutamente todo, y si no, el 99% de las palabras que salen de la boca de la morena son pura ironía. Ya puede sonar de forma borde, como si fuera la persona más inocente en éste mundo, pero todo tendrá un doble sentido.
+ Complejidad. La palabra facilidad no se encuentra en el diccionario de Georgia. Para que mentir, le encanta complicar las cosas, algo con lo que realmente disfruta. Por aquí también se debe añadir que tiene tanto una mente como un comportamiento complejo. Siempre verás una sonrisa en sus labios, una sonrisa que o bien puede mostrarse burlesca, o bien irónica, o fingidamente inocente. Pero sea como sea, suele ser una sonrisa nada sincera. Este punto se contrasta con la frialdad que sus ojos suelen mostrar siempre, carentes de emoción alguna.
+ Impulsividad. Tan impulsiva como agresiva, suele soltar las cosas a la primera de cambio y si siente la necesidad de hacer algo, lo hace, y punto.
+ Liberal. No tiene ningún tapujo con el sexo ni piensa tenerlo nunca, ya que cree que es una vía de disfrute a la que no tiene porque rechazar si le apetece.

Luego, cabe mencionar que con su banda es, lo que no es con absolutamente nadie más. Una persona protectora y agresiva ante los peligros que se le presenten a lo que podría llamar su ‘’familia’’.
Por lo general, aparenta ser una desquiciada que no dice más que tonterías, pero, en el fondo, ese sarcasmo aparentemente lleno de idiotez, no es más que una máscara que no permite ver a nadie lo que realmente está pensando. Nunca.

¿Cómo llegó Georgina a Whitechapel?
Bueno, más bien, como llegaron sus padres, por que ella nació allí. James N. Madness había pasado toda su vida metido en aquél lugar, entre peleas y peleas, con un padre borracho y una madre que no aguantaba con cinco hijos. Y lo peor fue, que mientras todos sus hermanos conseguían salir de allí, James se quedaba cada vez más estancado y podrido. Sin embargo, su suerte cambio (o pareció cambiar) cuando conoció a Amanda Stuart. Una chica que vivía en uno de los barrios ricos de la ciudad de Londres. No vio en ella otra cosa que una entrada hacia el mundo de las riquezas, y decidió conquistarla, sin darse cuenta de que pasaría todo lo contrario a lo que él había imaginado. Consiguió conquistarla, y la dejó embarazada, con apenas 16 años de edad que tenía la pobre Amanda. James, por su parte, esperando que sus ‘’suegros’’ los acogiesen con los brazos abiertos. Y sin embargo, no fue así. La familia Stuart desheredó a Amanda que se vio de repente viviendo en uno de los barrios más demacrados de Londres y con hijo que criar.
Y ahí es donde entra Georgina en escena.
Fue una niña querida. Por su madre, que la cuidó, mimó y sacó adelante como pudo…aunque un James que se había vuelto completamente trastornado. A penas tenía Georgina un par de meses de vida cuando la verdadera faceta de James salió a la luz, y comenzó a propinarle palizas a su mujer a diestro y siniestro, la cual solo miraba por su hija.
Los años pasaban y la educación de Georgina no mejoró. AL cumplir los cinco años, las palizas que James seguía dándole a Amanda se le unieron algún que otro bofetón a la hija, seis meses más tarde los bofetones pasarían a ser enteras palizas igualitas a las de su madre. Y Georgina jamás tuvo otro ejemplo de conducta a su lado.
Los años pasaban y la situación seguía tal y como estaba. Además, las calles estaban cada vez más salvajes y la supervivencia era escasa, dando paso a lo que se convertiría Georgina en una adolescente agresiva y escéptica que posteriormente no borraría de su vida.
Con 16 se hizo su primer tatuaje, con el dinero que ganaba trabajando en un bar tras salir del instituto (que no tenía mejores condiciones que su barrio) al que iba. Por esa edad ya intentaba plantarle cara a su padre, lo cual solo conseguía cuando James volvía a casa borracho.
Sin embargo, aquella situación acabaría un año más tarde, cuando, con los 17 años casi cumplidos, Georgina llegó una tarde a casa y se encontró a su madre tirada en el suelo, desangrada, y a su padre ahorcado. ¿Por qué no fue a un orfanato ni a un centro de menores? A la familia Stuart no le convenía tener aquél cero a la izquierda en la familia, así que sobornaron a los de servicios sociales para que dejasen a Georgina metida en aquél agujero.
Fue entonces cuando se unió a The Paper Sacherz, donde, a día de hoy, sigue siendo miembro.