Aquella mañana me habia levantado pronto. Me habia metido una ducha del quinze y me habia afeitado y todo. Me puse ropa limpia y salí a la calle, como un 'Don Juan'.
Aquella mañana estaba de buen humor y mira que hacia tiempo que no pasaba, que llebaba unos dias un poco amargado.
Mi perro Darko (.
FOTO) aquella mañana estaba de lo mas nervioso, así que le di su desayuno, para que cogiera fuerzas.
Obserbé como mi pequeña fiera se zampaba todo aquello en pocos segundos, para despues irnos a la calle.
- ¡Benga gordo vamos! Le dije. Para despues despedirme de las chicas, mis compañeras de piso.
¡Me las piiiiiiiiiiro! Hice una pausa.
¿Necesitas que compre algo? Esperé unos segundos para que contestaran, pero pareció ser que nadie lo hizo, así que di un portazo y nos fuimos. Estarían todavía durmiendo.
Estube toda la mañana en el parque, bajo ese gran sol, entrenando a Darko. Haciendo que no parara ni un minuto. Que si correr, que si saltar, que pillara el palo y me llevara... Lo que me gustaba mas era ver lo mucho que saltaba, era un crack.
Al ver que ya no podia mas, fuimos a la fuente del parque y bebió.
Luego, de camino a casa me paré al bar de la esquina. Entré a pedir una cerveza, una mediana y volví afuera, a la terraza, así controlaria a Darko.
Veia pasar a la gente ir... Y venir...