Aquella noche no podía dormir. Si no me desperté 15 veces, no me desperté ninguna. Una pesadilla atormentaba mi cabeza y no me dejaba descansar en paz, persecuciones... Mis compañeras en peligro... Debía comprarme 'El libro de los sueños' ya. Porque yo creía en estas cosas, todo lo que sueñas hace referencia a algo o a alguien. Cuando ahorrara algo, me lo compraría.
Cuando fue una hora bastante buena, decidí abandonar la cama e irme a la ducha. Me arreglé un poquito y me hice un bocadillo de jamón dulce y queso, lo envolví, cogí las cosas y me fui a donde el viento me llevara... Para desconectar, pensar o simplemente huir de esas cuatro paredes que estaban acabando con mi existéncia.
Fui al parque más cercano de casa y me senté cerca de la fuente. Era el sitio de todo el parque donde menos basura y mierda habia por el suelo. Los jovenes la liabamos gorda ahí por las noches, estaba a rebosar de colillas y de todo lo malo que uno se puede imaginar.
Por suerte, la fuente no. De día, eso estaba repleto de niños jugueteando, mamás haciendo la charla mientras vigilaban a sus pequeños, abuelos que paseaban felizmente con su bastón, pajarillos bebiendo del charco de la fuente, entre otros...
Era una estampa bonita y más hoy, un dia soleado que habia que aprobechar.
Me senté en un banco, obserbandolo todo y a la vez, muy relajada, la ducha me habia sentado estupendamente.